A las 4:49 horas del jueves 17 de junio del 2021, Futrono despertó con un ruidoso temblor de magnitud 4, una hora más tarde se produjo un segundo movimiento sísmico de magnitud 3,5 y a las 5:59 horas un tercer temblor de magnitud 3.
El punto de origen de estos sismos se ubicó a pocos kilómetros al noroeste de Futrono urbano, a poca profundidad, lo que indicaba que se trataba de la actividad propia de una falla geológica superficial.
Desde entonces se comenzó a hablar con seriedad científica de la “falla de Futrono”, llamando la atención del Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile, Sernageomin, que impulsará un estudio en la zona por el plazo de un año.
Dado que en un período de al menos cuatro años se han registrado temblores en dicha zona, en una continua actividad sísmica, el organismo técnico prepara un reporte, tal como lo confirmó al medio Biobiocl el director de Sernageomin Los Ríos, Carlos Johnson.
“En la zona de Futrono, hay una rama o varias ramas de esta falla, que se han producido varios sismos últimamente, de poca profundidad, que no son sismos volcánicos, son sismos tectónicos”, señaló.
Dentro del anuncio se indicó que, en conjunto con el centro geofísico de la Universidad de Chile, se instalarán más sismógrafos en la zona, acción que requiere financiamiento.
Una falla geológica es, en palabras simples, una fractura en la corteza terrestre, y en Chile es famosa la falla Liquiñe-Ofqui, que recorre cerca de 1.200 kilómetros en dirección norte-sur desde la región del Biobío hasta el Golfo de Penas, en Aysén.
La denominada Falla de Futrono, sería una ramificación de la falla de Liquiñe-Ofqui y tiene una orientación noroeste-sureste, desde la cordillera de Los Andes a la cordillera de la Costa, a partir del lago Maihue y bordeando el lado norte del lago Ranco.
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