Berger (RN): falta de sintonía con la Agenda Pública es el resultado de la mala conducción del gobierno

Tras el resultado de la última encuesta Cadem, donde la Presidenta Michelle Bachelet alcanza sólo un 30% de aprobación, el diputado por Los Ríos Bernardo Berger (RN), atribuyó este resultado a problemas de sintonía del gobierno y la Agenda Pública.

Tras el resultado de la última encuesta Cadem, donde la Presidenta Michelle Bachelet alcanza sólo un 30% de aprobación, el diputado por Los Ríos Bernardo Berger (RN), atribuyó este resultado a problemas de sintonía del gobierno y la Agenda Pública.

El parlamentario explicó, que a su juicio no se explica que un gobierno que en 2014 asumió con un enorme respaldo ciudadano, al poco andar se ubique como el peor evaluado desde el retorno de la democracia.

“Nadie puede alegrarse porque a sus gobernantes les vaya mal, independiente del color político con que se identifique, porque cuando eso sucede, la pérdida de confianza termina afectando a las áreas sensibles del desarrollo y abre la llave de paso para que se contraiga la inversión, entrampa el trabajo, se relajan las reglas de la convivencia, se da paso a la incertidumbre y, con ella, a la inestabilidad social”, señaló.

Agregó que “hay muchas variables probables de este mal gobierno que pronto terminará, y ninguna de ellas es  excluyente entre sí: falta de liderazgo, decisiones erráticas, pérdida de rumbo de la coalición gobernante, desgaste natural luego de tres décadas en el poder, asomos de corrupción, entre otras”.

Berger manifestó que personalmente lo que más le preocupa, es la falta de sintonía entre la agenda del Ejecutivo y la agenda común y corriente, que se construye a diario desde la familia chilena.

“No hay que hacer grandes estudios: nuestros conciudadanos anhelan sobre todo, un empleo digno y estable para mantener el hogar; oportunidades para emprender; salud accesible; educación de calidad más allá de si es gratuita o de quién sea el dueño del colegio; tranquilidad y seguridad sin que a uno lo asalten en la puerta de la casa; un Estado protector de verdad de la infancia; y un envejecimiento digno”, sentenció.

“Pero en cambio, el gobierno ha insistido majaderamente en imponer una agenda ideologizada, que no guarda relación alguna con las necesidades más apremiantes del país. Reformas que no cambian el fondo de las cosas pero que abultan la burocracia, desestabilizan la inversión, que no igualan, menos mejoran, la cancha de patinaje. Temas que no resuelven ni se acercan, ni en idea ni en resultado, a las urgencias del ciudadano común y corriente, ese que al final del día quiere llevar el pan a su casa. Una agenda que -peor aún- cuando surge un problema o cae en las encuestas, echa mano a heridas del pasado o a sensibilidades de las minorías para que desviemos la mirada, como si la crisis se resolviera con pan y circo”, añadió.

Finalmente, indico que “ahí anida a mi juicio la causa de los males de la actual administración nacional, y la necesidad urgente de un cambio, ese cambio que como decimos muchos, sea hacia tiempos mejores”.