La ciudad de Osorno destaca por su pasado donde los inmigrantes alemanes dejaron una huella que le entrega un sello a la ciudad. Muchas son las casas patrimoniales que hay en la ciudad, sin embargo entre ellas destaca un antigua casa ubicada en calle Manuel Antonio Matta 950, en pleno centro.
Quienes visitan por primera vez esta ciudad se sorprenden por el tipo de arquitectura de la casa, pero también por el mal estado de conservación que posee. Los más fantasiosos hasta inventan historias de fantasmas y apariciones, pero nunca ha habido un registro serio acerca de dichas afirmaciones. Se trata de la Casa Follert, una casa con 130 años de antigüedad y cuya estampa da como para el imaginario de tenebrosos cuentos de Edgard Allan Poe o Stephen King.
Se cree que la Casa Follert fue construida en 1890 y que fue mandada a diseñar por una familia de apellido Piwonka. Se cree que sus primeros propietarios fueron los integrantes de la familia Bornscheuer que llegaron a Chile en 1856 provenientes de Rotenburg, Alemania. Más tarde, uno de los hijos de esta familia, Peter Georg Bornscheuer Momberg, de oficio vidriero, compró junto a su esposa Augusta Bielefeldt la propiedad de calle Matta 950, luego de vender su negocio en Trumao. Más tarde, fue el hijo del matrimonio Bornscheuer Momberg, Ottmar, quien vendió la mansión a la familia Follert Neumann.
Los Follert fueron las últimas personas que habitaron la casa. El matrimonio lo integraban Alberto Emil Follert Fleidl y su esposa Elda Neumann Kuschel, de ahí que la casa sea conocida también como "la Casa Follert-Neumann". Se cree que la casa estuvo habitada entre 1890 y 1920.
CON ESTILO
Pese a su actual estado de deterioro, la Casa Follert ha sido estudiada por varios expertos que destacan sus particularidades arquitectónicas. De acuerdo a relatos de lo descendientes de la familia Follert y de estudiosos, entre ellos del recientemente fallecido padre Gabriel Guarda, se cree que la casa ha sido sometida al menos a dos cambios significativos en su estructura, el primero se hizo con su torreón derecho que reemplazó la cúpula original con lo que se pierde la asimetría del volumen de la construcción original. El segundo cambio se refiere al incendio de 1989 donde gran parte del segundo piso de la construcción fue completamente destruido.
La Casa Follert se caracteriza por los grandes y complejos volúmenes, además de corredores alrededor de la casa. Las terminaciones se caracterizan por tener un alto grado de detalle, lo cual se muestra especialmente en elementos decorativos de la vivienda, tal como se puede apreciar en las ventanas, pilastras, pasamanos, torreones y paramentos de las fachadas, entre otros. Se cree que toda esta complejidad arquitectónica fue posible al alto grado de industrialización que tenía Osorno a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX.
CONSERVACIÓN
El paso del tiempo ha sido despiadado con la estilosa casa. En el interior la humedad provocó que los cielos estén manchados por las filtraciones, el papel mural esté desprendido o que las puertas se encuentren fuera de los ejes. En el exterior las tablas del revestimiento presentan claros síntomas de pudrición parda, están torcidas y ya no presentan condiciones de revestimiento estanco.
Lo más grave es que los pilares de los vértices se encuentran deformados y disminuidos en su sección, producto de la pudrición de la madera derivada del alto grado de humedad. Es posible observar daño en las vigas de madera ubicadas en el subterráneo, hay pequeños agujeros producidos por la presencia de murciélagos y en la zona de los entretechos de los torreones puede observarse una extensa proliferación de palomas.
Actualmente la casa pertenece a una empresa agrícola que usa los jardines y patio para colocar maquinarias.
Las autoridades osorninas por años han tratado de concretar un proyecto para recuperar la gloria de esta antigua casa.
FANTASMAS
El aspecto de la Casa Follert intimida sobre todo a quienes son privilegiados por una gran imaginación. Pasar por las afueras de la mansión, sobre todo en las lluviosas noches de invierno osornino, ponen la piel de gallina y varios le achacaron historias. Así se ganó fama de “casa embrujada” o “mansión fantasma”.
Objetivamente nunca se registraron hechos sobrenaturales que justificaran historias de terror, pero el aspecto de abandono fue creando el mito en Osorno.
¿Qué historia podría contar respecto a esta famosa casa? Eche a volar su imaginación.
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