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Valdivia, ciudad leal al Rey: el patriótico “Golpe de Todos los Santos” (Parte 1)

Por Pablo Santiesteban / 18 de septiembre de 2020
La ciudad de Valdivia y su río a comienzos del siglo XIX, según un grabado de Claudio Gay. La actual capital de la Región de Los Ríos eligió el bando realista en la Guerra de la Independencia de Chile.
Dos presbíteros fueron claves en la revuelta por la Patria en la ciudad en 1811 que culminó con la detención del gobernador y la creación de una junta.
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Puede que para la mayoría de los valdivianos los nombres de Isidro de Pineda y Pedro José Eleysegui no les suene para nada, pero en estos días en que Chile celebra su 210° aniversario de la independencia, estos dos hombres fueron quienes encabezaron el movimiento patriota en Valdivia después de la creación de la Primera Junta de Gobierno del 18 de septiembre de 1810. Este movimiento fue conocido como el “Golpe de Todos los Santos” y DiariodeValdivia.cl quiso recordar su historia en medio de una celebración muy especial del aniversario patrio.

Para entender esta primera manifestación patriota en Valdivia, hay que ir al contexto de la época, cuando a comienzos del siglo XIX la ciudad pertenecía al Reino de Chile, pero militar y estratégicamente hablando, dependía del Virreinato del Perú que, al igual que el destacamento militar que había en Chiloé, le entregaba toda su preocupación y apoyo.

La importancia militar de Valdivia estaba asignada de antemano por los fuertes de la bahía de Corral, el principal escudo de la ciudad, y desde 1811 y hasta 1820 fue punto de pertrechos y apoyo con soldados para las invasiones realistas que pretendían retomar el control de Chile en la Guerra de la Independencia.

La provincia de Valdivia no era como ahora y si de hablar de comunas sólo existían el ya mencionado Corral, que poseía el sistema de fuertes, y hacia el sur Río Bueno, fundado en 1778, que surgió como una misión franciscana y posteriormente se erigió el fuerte de San José de Alcudia en 1793 para proteger la ribera del río de eventuales alzamientos de los huilliches. La ciudad de La Unión surgiría en 1821, un año después de la liberación realista en la provincia.

Después del 18 de septiembre de 1810 los patriotas valdivianos se entusiasmaron y adhirieron a la Primera Junta de Gobierno que presidió el gobernador Mateo de Toro y Zambrano, aunque sin renunciar a la lealtad al rey Fernando VII. Según la investigación del padre Gabriel Guarda en su libro Nueva Historia de Valdivia, el 1 de marzo de 1811 se efectúa en nuestra ciudad la elección de diputado para formar el primer Congreso Nacional, una de las medidas que había tomado la Primera Junta de Gobierno de Santiago. Fue el vicario Isidro de Pineda quien resultó elegido al ganar por un voto de ventaja. El problema se suscitó cuando la elección es declarada nula.

De Pineda fue impugnado porque se alegó que, según el Reglamento Electoral de diciembre de 1810 no podían ser elegidos curas, subdelegados y oficiales veteranos por ser exigencia de sus empleos la residencia. Como no se autorizó una nueva elección se dejó como suplente a José María de Rozas, diputado por San Fernando, y que a la postre peleó por el bando realista en la Guerra de la Independencia.

En Valdivia no cayó bien la medida y eso suscitó la revolución patriota.

¡VIVA LA PATRIA!

Según el libro Breve Historia de Valdivia de Isabel Montt, el 1 de noviembre de 1811, día de Todos los Santos, estalló la revolución patriótica en la ciudad de los ríos con el arresto del gobernador de Valdivia que era el coronel irlandés Alberto Alejandro Eager.

La obra del padre Guarda añade que el capitán realista José de Berganza señaló que la noche anterior a la asonada los curas Pedro José Eleysegui e Isidro de Pineda “alarmaron y conmovieron al populacho” e “instigaron a algunos oficiales del batallón para alterar el orden”. Añade que la asonada estaba “preparada con antelación, incluida la neutralización de los elementos monárquicos”, todo esto para “instalar una bastarda junta y deponer al gobernador”.

De acuerdo a lo relatado en los libros de Montt y el del padre Guarda, la multitud guiada por los clérigos Eleysegui y De Pineda se agolpó en la residencia del gobernador Eagar, entraron a su sala y le dijeron que el pueblo le exigía su abdicación del mando en una junta elegida por sufragios.

Según el libro de Guarda, un testigo presencial llamado Dionisio Martínez Pinuer, dijo que Eagar ni siquiera atinó a hablar por la impresión y al final habló por él el comandante Miguel María Atero que a viva voz llamó a sus subalternos a sacar soldados a la calle para acallar la asonada popular. El capitán José de Berganza, al mando de la tropa, viendo que había muchos civiles quiso evitar un derramamiento de sangre y desistió de la violencia. En visto de la situación Eagar entregó su mando al oficial de mayor graduación, ese era Ventura Carvallo Goyeneche, hermano del célebre cronista Vicente Carvallo.

Los textos históricos dicen que la entrega del mando a Carvallo fue recibida “con vivas y vítores de los asistentes” y que “a viva voz” se eligió la junta. 

Como presidente quedó el sargento mayor de 70 años Ventura Carvallo y Goyeneche, el vicepresidente fue el vicario Isidro de Pineda y Arias de Molina, el secretario fue Diego Pérez de Arce y como vocales se eligieron al presbítero  Pedro José Eleysegui y Ayarsa, Ventura Gómez Fernández de Lorca y Jaime de la Guarda y Valentín. Otros notables vecinos valdivianos que apoyaron ese día la causa patriota fueron el capellán del castillo de Corral Laureano Díaz, el capellán del castillo de Río Cruces Casimiro Ruiz, el cura Juan Fermín de Vidaurre, Pablo Cayetano Maselli, Juan de Dios Cuevas, Santiago Vera, Javier Castelblanco, José Manuel Lopetegui, Manuel de Mena y Leandro Uribe. Todos ellos, cual más cual menos, sufrieron persecución con la restauración realista posteriormente.

En Santiago se tomó conocimiento de esta junta y se recomendó que Eagar y Atero sean remitidos a Concepción a disposición de una junta sumaria; sin embargo, Atero sobornó a la tripulación del barco que debía llevarlos al puerto de Talcahuano y a las 24 horas de su arresto los presos estaban a salvo en Chiloé bajo la protección del gobernador realista Antonio Quintanilla.

Los realistas valdivianos no se quedarían de brazos cruzados y esperaron el momento adecuado para hacer una contrarrevolución y desbaratar a los patriotas del “Golpe de Todos los Santos”.

El sábado 19 culmina este reportaje con la contrarrevolución de los monárquicos, la venganza contra los patriotas y la participación de Valdivia como ciudad leal al rey de España y enemiga de la causa de la independencia de Chile.

VER PARTE FINAL: https://www.diariodevaldivia.cl/noticia/cultura-y-educacion/2020/09/valdivia-ciudad-leal-al-rey-lucha-contra-los-patriotas-parte-final

 

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