El próximo 25 de febrero se conmemora el día mundial del implante coclear, un aparato electrónico implantable que devuelve la audición a aquellos pacientes con pérdida severa o total y que no se benefician de los audífonos convencionales. Esta tecnología se implanta por medio de un procedimiento quirúrgico en el oído interno, en la cóclea y tiene un componente externo que se activa tras la cirugía.
PROBLEMAS AUDITIVOS EN NIÑOS PEQUEÑOS
Esta fue la operación a la que se sometió recientemente panchito, un niño de dos años de la novena región que padece una hipoacusia profunda, es decir, está casi sordo desde que nació. Su mamá Carolina Diocarez afirma que se dio cuenta que su hijo tenía problemas auditivos porque le miraba los labios constantemente “Afortunadamente nos dimos cuenta y los exámenes arrojaron trastornos en ambos oídos. Activamos rápidamente los protocolos del GES porque en este país la cobertura es solo hasta los 4 años” comentó Carolina.
IMPLANTE COCLEAR MEJORA CALIDAD DE VIDA
Panchito recibió un implante coclear bilateral en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile y la activación del primer implante se realizó a fines de 2017 en los Centros Auditivos GAES. Con la primera activación del dispositivo pudo escuchar algunos sonidos lo que lo hizo sentir la música, algunos esbozos de aprender a bailar y logró poner atención a los dibujos animados. Con la segunda calibración realizada en forma reciente, logró la claridad auditiva para escuchar con nitidez las voces de sus familiares.
Con la activación de ambos implantes cocleares panchito aprenderá a hablar en el plazo de 2 años y posteriormente podrá insertarse en el sistema de educación como cualquier niño. Luciano García, fonoaudiólogo de los Centros Auditivos GAES, explicó que los implantes cocleares se componen de dos partes: interna y externa.
La primera está formada por una placa receptora-estimuladora y por unos electrodos que el cirujano introduce en la cóclea, en el interior del oído, mediante una intervención quirúrgica. La parte externa está compuesta principalmente por el procesador de sonido, la bobina, los micrófonos y el sistema de baterías. “Al contrario que los audífonos, no amplifica el sonido sino que lo convierte en una señal eléctrica que transmite directamente al oído interno y el nervio auditivo, lo que genera la sensación de oír. Lo más impactante es que panchito identifica hoy de dónde vienen los sonidos y reconoce las voces de sus seres queridos” sostuvo Luciano.
¿QUIÉNES SON CANDIDATOS A ESTA CIRUGÍA?
MAYOR INDEPENDENCIA
El fonoaudiólogo de GAES subrayó que en muchos casos, los niños con un implante coclear como panchito pueden adquirir habilidades lingüísticas y auditivas sobre la marcha, del mismo modo que aprenden los niños con un desarrollo normal. Esto significa que incluso cuando los padres o los profesores no están presentes para explicar cosas, el niño aprende simplemente escuchando y jugando. Por lo tanto, advierte que cuanto más tiempo se use el implante coclear, mejores resultados se logran.
Por otro lado, si un niño con implante coclear pasa periodos prolongados sin usar el procesador de audio, el cerebro del niño necesitará más tiempo para adaptarse nuevamente a los sonidos, lo que puede retrasar el desarrollo auditivo del niño. El uso diario y constante del procesador marca la diferencia.
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