En junio de cada año se conmemora el Día Mundial del Donante de Sangre para agradecer la contribución voluntaria y desinteresada que éstos hacen en procedimientos clínicos que pueden salvar vidas.
En ese contexto, el Hospital Base de Valdivia (HBV) reconoció a los donantes de sangre que asisten regularmente al centro hospitalario.
La actividad se realizó en el Banco de Sangre del HBV, instancia donde se les entregó a los donantes, un diploma y un obsequio por parte del Comité de Humanización del hospital.
El jefe del Servicio de Sangre y Medicina Transfusional del HBV, Claudio Orellana, expresó que “en nuestro hospital el requerimiento de plaquetas es muy grande (…) además que es un recinto oncohematológico, es decir, que tratamos pacientes con leucemias que requieren muchas transfusiones, para lo cual se requiere de la voluntad de los donantes porque de otra forma no tendríamos cómo conseguirla”.
“Invito a todas las personas que tengan entre 18 y 70 años a que se puedan acercar a nuestro Servicio de Sangre del HBV, ubicado debajo de Urgencias. El horario para la donación es de lunes a domingo y feriados desde las 8.30 hasta las 16 horas. También, pueden agendar una hora vía telefónica al número 63 2 263769. De todos modos, si asisten sin hora, igual se busca la disponibilidad para que puedan ser atendidas”, recalcó Orellana.
Durante la actividad de conmemoración, los donantes de sangre aprovecharon la instancia para conocerse entre sí y compartir experiencias sobre el sentido que tiene para sus vidas contribuir a la sociedad donando en forma altruista.
Victoria Le-Breton, kinesióloga, explicó que “hace siete años que participo como donante, y cuando empecé mi carrera había muchas instancias de donación y nunca pude hasta el internado donde pasé la unidad de paciente crítico -UCI- y vi la realidad y necesidad de sangre y plaquetas, ya que cuando te sacas sangre esa bolsa puede servir para cuatro personas y las plaquetas hasta para diez personas”.
Christoffer Holch, también donante, contó que “empecé a donar sangre cuando tenía 18 años por una campaña de colecta que se hizo en mi colegio, y de ahí en adelante empecé a venir una vez al mes (…) La experiencia ha sido súper linda, es un proceso súper poco invasivo y muy necesario, sobre todo para los niños con cáncer que están en tratamiento, así que reunirnos en este día ha sido una instancia muy bonita para todo el equipo de donantes”.
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