Una mortificante y molesta situación vive una familia de la localidad de Llifén, a raíz de la imposibilidad de trasladar a su padre a diálisis, dado que han solicitado en reiteradas ocasiones una solución tanto al municipio como al área de salud municipal, sin respuesta.
Así lo señaló a Diario Futrono, Pía Sepúlveda cuyo padre, Juan, de 60 años, sufre condiciones de salud que exigen un trato especial para trasladarlo a sus sesiones de diálisis en Paillaco ya que, de partida, no puede viajar sentado, por lo que debiera disponer de una camilla.
“Hace un año que él es un paciente de diálisis y lo que pasa es que yo llevo mucho, mucho tiempo haciendo los mismos trámites, unas cuatro o cinco veces en el año, me he contactado con el alcalde, con concejales, con el director de Salud, con la directora del Cesfam, con los asistentes sociales y con la encargada de los asistentes sociales. O sea, he recurrido a todo el mundo”, asegura.
Si bien es cierto, existe un minibús especial para el traslado de los pacientes dializados a Paillaco ida y vuelta, este se encuentra con su capacidad completa, razón por la que no es posible integrar a nuevos pacientes al menos por ahora, lo que revela también el importante número de personas que necesitan este tipo de tratamiento en la comuna.
Pía Sepúlveda expresa que, en un principio, su padre fue beneficiado con traslado en un vehículo dispuesto desde el Cesfam Belarmina Paredes, gracias a un cupo disponible tras una gestión realizada para trasladar a otro paciente postrado a sus sesiones de diálisis.
Ese vehículo permitió movilizar, por un tiempo, a tres personas, eso hasta que el paciente postrado por el que originalmente se gestionó el vehículo falleció, entonces se avisó telefónicamente al padre de Pía que se daba término al traslado en vehículo del Cesfam.
“Mi papá está en un estado de salud crítico, muy crítico, él hace poquito estuvo en coma, salió del coma, le dieron dos paros, entonces estuvo en la UCI”, explica Pía, acusando además que en ese estado de salud lo llamaron desde el Cesfam para avisarle que ya no tendría movilización, lo que lo descompensó y generó la molestia de la familia.
Pía indica que como familia están haciendo los esfuerzos para que su padre pueda ser movilizado a Paillaco en forma particular. “Afortunadamente como hermanos somos bien unidos y podemos organizarnos para llevar a mi papá, el problema es que él, por su estado, no puede viajar sentado”, explica.
“Cuando tuvo el paro le hicieron reanimación y le quebraron una costilla, mi papá no puede viajar sentado, entonces del Cesfam ahora solicitan que yo justifique que mi papá tiene que ir en ambulancia porque tiene tal problema, o sea, más papeles y más papeles que ya he hecho no sé cuántas veces”, reclama ante la excesiva burocracia que consume valioso tiempo.
Con todo, Pía afirma que, entre la movilización cuyo costo deben asumir como familia para las diálisis, más el costo de ciertos medicamentos y controles médicos, están desembolsando alrededor de $300.000 mensuales.
Fresia es una adulta mayor que vive en el sector Quimán Alto, percibe Pensión Garantizada Universal y debe realizarse diálisis tres veces por semana o al menos se supone que debiera ser así.
Actualmente solo puede acceder a dos diálisis semanales ya que, igual que Juan Sepúlveda de Llifén, se le avisó que no dispondría de vehículo para su traslado a Paillaco, por tanto, debe costear sus viajes para el necesario tratamiento.
Patricio, hijo de Fresia, conversó con Diario Futrono y confirmó que por algún tiempo su madre fue trasladada en el mismo móvil que el paciente de Llifén y que, de la misma forma se le avisó que dicha facilidad llegaba a término.
“Lo complejo es la distancia, la cantidad de horas, ahora lo estamos costeando de manera particular, pero hay instancias que por temas laborales tenemos que ver qué días se pueden calzar para llevarla a diálisis”, señala.
Así es como se confirma que Fresia solo está accediendo a dos diálisis a la semana, cuando lo exigido medicamente son tres sesiones semanales. “Debieran ser tres veces, pero como ya no tenemos transporte o ayuda de la municipalidad, no se puede”, asegura Patricio.
Asimismo, explica que los gastos asumidos al mes por traslados al centro de diálisis en Paillaco, es de alrededor de $200.000, lo que considera a una persona que acompaña a Fresia solo en el viaje de ida.
Afirma que han hablado con el Cesfam Berlarmina Paredes y con el centro de diálisis para tratar de conseguir movilización, con resultado negativo. También se hizo la consulta a Fonasa, desde donde les respondieron que debían recurrir a la Municipalidad de Futrono y exponer su solicitud.
Ante la compleja situación que viven ambos pacientes, Diario Futrono se contactó con la concejal Rebeca Asenjo, en su calidad de presidenta de la Comisión de Salud del Concejo Municipal de Futrono, explicándole ambos casos.
La concejal tuvo una buena recepción de la información y, si bien explicó que en lo inmediato no puede comprometer una solución, revisará los antecedentes y analizará las posibilidades que estén al alcance.
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