Un legado para el futuro, eso fue lo que dejó el empresario lechero de Máfil Humberto Utreras Serón, recientemente fallecido y creador de la Sociedad Lácteos Máfil en el sector de Rinconada.
Frank Utreras, su hijo mayor y socio fundador de la empresa junto a su padre, comentó que nació el 11 de agosto de 1958 en Valdivia, pero toda su formación y labor la hizo en Máfil. “Mi papá trabajó en lechería 20 años atrás y hace 10 años empezó con la quesería y después de eso formamos la empresa que ya lleva 6 años”, indicó y hace un año empezaron a producir leche.
Los primeros pasos de Humberto Utreras en el negocio de la remolacha en su juventud y después al de la leche donde trabajó con su vecino Santiago Rosso en la parcela Colonia 3 de Iñaque.
Tras aprender los secretos de la producción de queso y leche decidió crear la Sociedad Lácteos Máfil y sumar a sus hijos a su proyecto. “Al principio todo fue difícil, cuesta arriba, pasamos muchos apuros económicos. Procesábamos 500 litros de leche día por medio, partimos con muy poquito y no podíamos generar 3 millones para pagar nuestras obligaciones a tal punto que tuvimos mala experiencias, pero gracias a Dios pudimos salir a flote y ya llevamos 6 años”, relató Frank Utreras.
Actualmente la sociedad láctea está estable con buenos índices de producción y de ventas, además de varios desafíos.
Un logro especial para Humberto Utreras fue lograr el arriendo del campo de Iñaque, de 75 hectáreas, donde se inició en el negocio de la lechería. “Para él fue especial porque se crió con los hijos del dueño”, indicó.
Además del trabajo, Utreras Serón se ligó mucho con la sociedad mafileña, en especial con la actividad deportiva, pues fue uno de los fundadores del club Rinconada de Máfil. Como aficionado del fútbol fue dirigente y también practicó este deporte, en especial como integrante del club Teja Alejandro Martínez de la Asociación de Fútbol de los Viejos Cracks de Valdivia. “Esa fue su gran pasión, siempre jugó fútbol, y fue la otra cosa por la que fue conocido en la comuna”, dijo su hijo Frank
Sin duda Humberto Utreras deja el legado de la tierra y del trabajo sin descanso en una comuna que se destaca por esta área de la producción. “Lo recordaré por el esfuerzo, el trabajo y la pasión con la que hacía las cosas, siempre se esforzaba demasiado por sacar adelante a sus cinco hijos varones, por dejarnos sus valores. Era papá, amigo todo”, puntualizó.
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